
Soltero y amable, es recordado por sus buenos modales. Fue un excelente futbolista, en opinión de los entendidos, el mejor defensa central que ha dado el fútbol escazuceño. Fue integrante de los equipos del centro: Deportivo Ricardo Umaña, Unión Deportiva Escazú y la selección local en muchas oportunidades, lo mismo que en San Rafael, donde jugó con los recordados equipos: Club Sport Nueva Esperanza, el Millonarios y El Águila Negra, entre otros.
Fuera del cantón brindó sus servicios a poderosos equipos de canchas abiertas como el Rohrmoser F.C., que luego ascendió a primera, el Deportivo Habana, de Barrio Cuba, reforzando en varias oportunidades a la Selección de Santa Ana y también fue llamado a participar con equipos de primera división como el Club Sport La Libertad y la Unión Deportiva de Moravia.

A principios de 1965, se jugó en Escazú el campeonato “Pepe Monge” como un merecido homenaje en su honor. Por San Rafael participaron los equipos Huracán y Palmeiras. En sus últimos años, se trasladó a vivir a Platanar de San Carlos, con sus hermanos que habían emigrado de Guachipelín a dicha localidad, donde ejerció el oficio de zapatero, falleciendo el 13 de diciembre de 1986. Sus restos descansan en el cementerio del lugar.
- Con mucho cariño, con un gran recuerdo de mi primo Pepe, hijo de San Rafael, con quien compartí muchos momentos gratos, agradeciendo la información suministrada por su hermano, mi primo Rafael Ángel Monge Fernández (Felo), residente en Platanar de San Carlos. Reconocimiento también a mi primo José Luis Fernández Valverde y mi tío Tobías Fernández Jiménez, por las fotografías suministradas.
1 comentario:
Pepe era especial,no puedo recordar mi niñez, sin su presencia, y de toda su persona, lo que mas admiraba, era su silencio, nunca recuerdo un comentario ofensivo para ninguna persona, aunque no estuviera de acuerdo con aptitud, siempre me decia, recuerda Lalita que Dios nos puso, dos ojos y dos oídos para aprender mucho, ...pero solo una boca para hablar poquito. Para mí su paso fue inolvidable.
Ivette Adelaida Fernández Umaña
Publicar un comentario